A Twitter, la xarxa social preferida dels adolescents a 2013 (ara ja no), és habitual posar diverses imatges amb el missatge: «estas fotografías se explican mejor juntas». Això farem hui, però amb dos fragments de notícies i algunes fotografies.
En primer lloc parlarem d’una moda que s’ha estés entre les persones riques, amb molts recursos. Paguen una quantitat considerable de diners i escalen l’Everest -la muntanya més alta del món: 8848 metres. Molts ho fan sense pràcticament res d’experiència en el muntanyisme. És un repte més al que afegir a les seues vides: primer una mitja marató, després una marató sencera, un trail, un ironman, un ultraman… I ara l’Everest. Alguns, però, comencen pel més difícil, ajudats pels sherpes i tot tipus de comoditats.
Evidentment, no es tracta d’un repte senzill, però es facilita l’ascensió d’una manera considerable. No obstant això, els riscos existeixen i ha hagut morts per culpa d’aquesta moda del segle XXI. Com veurem en els textos, cada vegada hi ha més empreses que ofereixen la possibilitat d’escalar l’Everest (o altres muntanyes de l’Himalaia) a gent poc experimentada. Aquest desig de gent amb recursos és ben vista a Nepal, un país que va patir un important terratrémol al 2015 i que es troba entre els països més pobres del món. De fet, gran part de la seua economia gira al voltant del turisme relacionat amb el muntanyisme.
Calle ja i llegim el primer fragment, que pertany a una notícia de El País:
Hay días en que hace falta más paciencia y perseverancia para esperar el turno de tomarse una foto en la cumbre del Everest que para escalar la propia montaña. El miércoles fue uno de esos: más de 200 alpinistas hicieron cima, batiendo el récord de ascensos en una misma jornada. Los alpinistas formaron un atasco de varias horas mientras esperaban en un estrecho paso de la cresta sureste cerca del techo del planeta, como se ve en la fotografía superior. Dos de los que hicieron la cola murieron mientras descendían, tras haber hecho cumbre: el estadounidense Donald Lynn Cash y la india Anjali Kulkarni, ambos de 55 años. El organizador de la expedición de Kulkarni, Arun Trek, atribuyó el accidente al excesivo flujo de montañeros, que retrasó su descenso, según declaró a la agencia AFP. En estos días han fallecido ya ocho personas en el pico más alto del mundo.
Hoy sábado las autoridades de Nepal han informado de la muerte de los dos últimos alpinistas en esta macabra lista. Se trata del irlandés Kevin Hynes, de 56 años, fallecido en su tienda de campaña a 7.000 metros de altura en la madrugada de este viernes después de regresar antes de llegar a la cima. Este mismo viernes también ha perdido la vida Dhurba Bista, un guía de 33 años, que cayó enfermo en el campamento 3 a 7.200 metros mientras guiaba a sus clientes en la montaña, dijo su empleador, Anil Bhattarai, de Himalayan Ecstasy Treks.
(…)
La pasada temporada se batió el récord de ascensiones al Everest (8.848 m): 802 personas pisaron el techo del planeta. Cinco alpinistas murieron en el intento. Con los ocho fallecidos entre el miércoles y este sábado son ya diez los montañeros que han perdido la vida en lo que va de la presente temporada. La semana pasada murieron un montañero indio y un irlandés que resbaló y cayó cerca de la cumbre.
Abril y mayo son los meses más favorables para escalar el Everest. Se pronostica, sin embargo, que las condiciones climáticas favorables que se han dado en estos días van a cambiar en menos de una semana. Un 64% de las ascensiones se dan desde Nepal y el 36% desde China, estadística idéntica en cuanto al numero de muertes, según el Himalayan database. En el intento han fallecido 288 personas. Escalar el Everest cuesta entre 26.000 y 115.000 euros: la primera es la tarifa baja, pero hay una intermedia de unos 60.000 euros. La diferencia es que las tarifas bajas son las fijadas por agencias de Nepal, mientras que las altas pertenecen a empresarios extranjeros que llegan a emplear varios guías para una sola persona.
I aquest altre de la CNN:
No es difícil ver cómo los incentivos para emprender este desafío mortal funcionan desde todos los extremos. En nuestra cultura saturada de redes sociales, lo que antes eran hazañas humanas exóticas realizadas en lugares lejanos, están más cerca de casa que nunca. Ves un antiguo compañero de clase en el Everest en Instagram y reaparece una fantasía de la infancia para escalar el monte gigante. Solo vives una vez, ¿no? Incluso si ahora eres un empleado de oficina con cincuenta y tantos años, es fácil concluir que estás lo suficientemente en forma, y además, hay compañías que te ayudarán y seguramente te dirían si no pudieras hacerlo.
Las compañías reputadas te lo darán directamente. Pero también hay una demanda para aquellos que dirán que sí a casi cualquier escalador que esté dispuesto a pagar, y por supuesto, como informaron BBC, Outside y otros, operadores menos calificados y menos experimentados han intervenido para llenar ese vacío.
El viaje también es más barato de lo que solía ser y, a medida que más personas en el mundo obtienen ingresos en exceso para gastar, más personas pueden ir a lugares que antes estaban reservados para unos pocos privilegiados. Esto es algo bueno. Pero también significa que, para los destinos que son delicados o peligrosos, los guardias son más necesarios que nunca para mantener a las personas seguras y mantener los tesoros naturales de la Tierra.
Nepal, donde se encuentra el Everest, es uno de los países más pobres de Asia (y del mundo), y sus maravillas al aire libre son uno de sus mayores recursos. El turismo es la industria más grande de la nación y sigue creciendo. Por primera vez, según la Junta de Turismo de Nepal, la cantidad de visitantes a Nepal superó el millón de personas el año pasado, lo que representa casi 8% del PIB del país. Más de 500 de esos turistas hicieron cima en el Everest; muchos otros subieron a las otras montañas impresionantes de la nación, en lo que es, para muchos turistas, un viaje único en la vida. Para un país en desarrollo que todavía se está recuperando de un devastador terremoto de 2015, estos dólares turísticos son un salvavidas.
I, per últim, aquesta altra notícia de La Sexta:
El Everest se ha convertido en el basurero más alto de la tierra. Allí se recogen anualmente 8 toneladas de basura.
Las multas por abandonar residuos ni siquiera evitan la mala conducta de algunos escaladores. Además, la alta masificación provoca situaciones inéditas.
Las enormes colas, que provocan gigantescos atascos, se han convertido en una moda. Centenares de escaladores inexpertos se agolpan en un lugar inhabitable, estando expuestos a la muerte.
Un circo turístico que se ha cobrado ya en este siglo la vida de cerca de 300 personas. A pesar de ser uno de los lugares más frágiles del planeta, la ruta normal es un enorme vertedero que acumula toneladas de basura, tiendas de campaña, botellas de oxígeno, bombonas de gas, cuerdas, latas… Hasta decenas de cadáveres.
Aquest article està pensat només per a alumnat de 3r de l’ESO:
Cuando todavía colea la tormenta por la banalización del Everest, por las colas a más de 8.000 metros, por las once personas que han muerto (nueve en el lado nepalí y dos en el tibetano) persiguiendo su objetivo, el Gobierno de Nepal ha declinado esta semana poner límites para ascender el techo del mundo.
La temporada en el Everest ha concluido con alrededor de 600 cimas por la cara sur, según los datos provisionales facilitados por el Departamento de Turismo de Nepal, a las que cabrá sumar las registradas por el Tíbet. Se prevé que entre ambas vertientes el número de cumbres ronden las 800.
Las autoridades de Nepal manifestaron que no están por restringir el número de permisos en el Everest, ayer miércoles, coincidiendo con las celebraciones, en Katmandú, del 66 aniversario de que Tenzing Norgay y Edmund Hillary pisaran por primera vez los 8.848 metros de la montaña más alta del planeta, informa Associated Press. El negocio de las expediciones reporta importantes dividendos al gobierno del país del Himalaya, en concreto unos 270 millones de euros anuales.
Por cada permiso para subir el Everest que se emite, Nepal ingresa un mínimo de 10.000 euros, además de cobrar otras tasas que redondean el monto. Esta temporada Nepal emitió la cantidad récord de 381; es decir, 381 montañeros extranjeros se instalaron en el campamento base con el objetivo de llegar a la cima, a los que cabe sumar un número similar de sherpas, los guías de altura que los acompañan, los ayudan y les transportan, si es necesario, sus botellas de oxígeno. Y los que han ascendido por el Tíbet.
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La industria del Everest sigue al alza y requiere de numerosos sherpas para apoyar a los montañeros. El problema es que es difícil satisfacer toda la demanda con sherpas curtidos, un problema que se amplifica teniendo en cuenta que no son pocos los clientes con escasa experiencia y preparación. A eso se suma una voraz guerra de precios entre las agencias para hacerse con un pedazo del pastel.La calidad de los servicios, léase seguridad, de las más baratas a veces es cuestionable. Y el Gobierno, por ahora, no contempla que los aspirantes a coronar la cima acrediten un notable currículum montañero.
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La última víctima mortal es Christopher John Kulish, un norteamericano de 62 años, que murió en el descenso. Patologías relacionadas con el mal de altura y el extremo agotamiento son la causa de la mayoría de fallecimientos. Los ascensos desde el campo cuatro hasta la cumbre se demoraron más de lo recomendable por las colas. Cabe precisar que esta temporada ha habido menos ventanas de buen tiempo por lo que los ataques a cumbre se concentraron en menos días y por eso más gente quedó atrapada a más de 8.000 metros.
Aquesta activitat és una tertúlia geogràfica pensada per a alumnat de 1r i 3r de l’ESO. Si es fa en 1r, es podria entregar només un text. Hem de tindre en compte que en 3r de l’ESO ens fixarem en les activitats econòmiques (del sector terciari) vinculades amb l’Everest i el muntanyisme.
Està relacionada amb els criteris d’avaluació 1ºGH.BL1.4, 3ºGH.BL1.4, 1ºGH.BL3.2. i 3ºGHBL3.1; i els estàndards d’aprenentatge BL1 (12.1.) i BL2 (16.1)